El autocuidado es una palabra poco usada en la cotidianidad, y se refiere a ser nosotros mismos los responsables de nuestro cuidado emocional, físico y psicológico; y no esperar a que alguien más lo haga por nosotros.
En ocasiones nos dedicamos a cosas externas como al trabajo, al estudio a estar pendientes de los demás y nosotros mismos nos dejamos de lado o en último lugar.
¡El autocuidado es una opción!
- Aceptarse tal y como es: Una persona que se acepta, reconoce sus habilidades y es segura de ella misma. También es consciente de lo que debe mejorar y sin castigarse por ello busca su mejora constante. Es una oportunidad de crecer y aprender de las experiencias propias y nuestras relaciones serán menos complicadas, empezando con la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás.
- Agradecer: El reconocer día a día lo que tienes, eres, haces, etc., permite tener una visión más positiva de la vida influyendo en nuestro estado de ánimo y en las acciones que emprendamos diariamente.
- Fomentar las relaciones nutricias: Esto es, escoger con consciencia y sabiduría a las personas que valoran quienes somos, nos tratan con cuidado y cariño y sobre todo nos respetan. Las personas influyen de alguna manera en nuestra emocionalidad, así que es nuestra tarea reflexionar acerca de las personas que queremos a nuestro lado y las que no.
- Actividad física: Aunque para las personas que no están acostumbradas, empezar puede ser un tanto complicado, lo que realmente pasa en nuestro cerebro cuando hacemos ejercicio es que los neurotransmisores responsables de las sensaciones placenteras se activan, aportando bienestar emocional, y por supuesto físico.
- Expresar las emociones: No hay emociones buenas ni malas, simplemente nos hacen saber cómo nos sentimos acerca de algo que pasa en el exterior. Sentir rabia, alegría, tristeza, miedo, impotencia, etc., esta bien, lo que no está bien es lo que a veces hacemos con esa emoción: insultar, gritar, pegar, etc., eso es lo que no está bien. La inteligencia emocional es altamente necesaria para tener relaciones sanas a todo nivel, tenerla significa permitirse sentir las emociones, identificarlas y expresarlas de manera respetuosa sin llegar a una acción que pueda dañar o herir a uno mismo o a otros.
- Escuchar y cuidar nuestro cuerpo: Estar atentos a lo que nuestro cuerpo necesita como actividad física, librar el estrés, consumir comida nutritiva, dormir lo suficiente, y todas esas cosas que aportarán a tu salud y bienestar.
El autocuidado hace parte de la rutina de la vida, para cada persona es diferente y elegirá lo que crea conveniente y le genera bienestar.
Empieza por hacer pequeños cambios, por aquello que creas que puedes hacer y mantener en el tiempo y hazlo parte de tu rutina diaria.
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